sábado, 3 de diciembre de 2016

Zaira Montes: "'El Padre' visibiliza a un sector muy importante de la población"

Zaira Montes es una actriz que desprende ilusión y vitalidad, con unos ojos expresivos y una sonrisa cautivadora. Andaluza del Cabo de Gata se formó en Escénica y luego continuó en Madrid con José Carlos Plaza como director de referencia, con el que ha entrenado durante mucho tiempo y la dirigió en Hécuba junto a Concha Velasco, José Pedro Carrión, Juan Gea, María Isasi, Luis Rallo, Marta de la Aldea, Alberto Iglesias, Pilar Bayona, Alberto Berzal y Denise Perdikidis. Plaza la transformó en La noche de las tríbadas para dar vida a la amante de la mujer de August Strindberg junto a Jorge Torres, Montse Peidro, Óscar Ortiz de Zárate y Pepa Gracia. Su tercer trabajo a las órdenes de Plaza es El Padre, junto a Héctor Alterio, Ana Labordeta, Luis Rallo, Miguel Hermoso y María González, motivo por el que concedió esta entrevista a El Rinconcillo de Reche, ya que está en Sevilla con esta emocionante obra de Florian Zeller en el Teatro Lope de Vega hasta el 4 de diciembre, tras hacer temporada en Madrid y Barcelona, y retomando una exitosa gira, mientras la hemos visto en televisión en Lo que escondían sus ojos. En esta entrevista habla de muchos de los títulos mencionados y de compañeros de profesión a los que admira y quiere. Lo que digo siempre, pasen y lean.


Pregunta: ¿Cómo está viviendo el éxito de El Padre, con una respuesta tan positiva tanto del público como de la crítica?


Zaira Montes: Lo estoy viviendo de una manera muy natural. Siempre se tienen expectativas o temores pero es que estamos hablando, primero, de un texto impresionante, una dramaturgia brillante que te mete directamente en la mente del protagonista, jugando todo el rato con el espectador pero no a un juego fácil ni tampoco enrevesado, es algo muy cercano. Luego, estaba el elenco, con Héctor Alterio en un papel que lo ves y dices: "Es que es para él". Yo ya no me imagino a otro actor interpretándolo. Él tiene una mezcla, como en su propia vida, de ternura y reserva. Recuerdo el primer día de ensayos en una sala del Teatro Bellas Artes de Madrid. Fue una sesión donde leímos el texto por primera vez para que José Carlos Plaza escuchase cómo lo decíamos. Cuando Héctor Alterio leyó la primera frase y siguió leyendo, ya se sabía de memoria algunos párrafos y yo aluciné porque pensaba que estaba improvisando. Se me puso la piel de gallina. Con Luis Rallo ya había coincidido en Hécuba y nos llamamos primos, y con él tengo una anécdota: Las dos veces que he trabajado con él no nos cruzamos en el escenario ni nos decimos una sola frase. Tenía la sensación desde el principio de que íbamos a hacer un trabajo digno y bonito. Es una función necesaria porque visibiliza a un sector muy importante de la población, cuando parece que todo es juventud y belleza.
Con Ana Labordeta y Héctor Alterio en El Padre. Miguel Ángel de Arriba

P.: ¿Cómo trabajó con José Carlos Plaza su personaje en esta obra?

Z.M.: José Carlos Plaza y yo tenemos algo que es fundamental para trabajar: confianza. Es algo recíproco. Yo trabajando con él me siento muy libre porque confío en él y sé que todo lo que venga de él será desde el cariño. Laura, mi personaje en El Padre, he de reconocer que me sorprendió que me lo diese, ya que, cuando he trabajado con él, no sólo en los dos montajes anteriores, sino en los años en los que he estado con él entrenándome, aunque he tocado personajes cómicos, siempre he tendido más al drama y a la tragedia. Yo considero a José Carlos Plaza un guía y un referente. Lo que tenía que tener claro en este caso era que mi personaje era como la luz para la mente del personaje de Héctor Alterio, el cual, cuando yo aparezco, se comporta como un adolescente, le aporta alegría e ilusión.    

P.: Echando la vista atrás ¿qué supuso para usted estrenar Hécuba en el Festival de Mérida?

Z.M. (se emociona): Para mí fue un sueño. Ese lugar es mágico. Tres mil personas en frente y un cielo estrellado en verano, con esas pierdras, pensaba: "Es que está todo". Como actriz fue el mayor sueño que he cumplido. Además, el montaje fue una maravilla, y pisar ese escenario es algo indescriptible, porque hay algo, una energía especial. Hécuba supuso mucho para mí.
Junto a Concha Velasco en Hécuba. Foto cedida por Zaira Montes

P.: También sería otra gran experiencia interpretar a la amante de la mujer de Strindberg en La noche de las tríbadas, porque había incluso una transformación externa, ya que yo no la veía a usted sino al personaje...

Z.M.: Ese trabajo me encantó. Trabajamos mucho el personaje no sólo interior sino exteriormente. Fluyó todo muy fácilmente. Trabajé la voz para que fuese más grave, los movimientos. Además trabajé con Jorge Torres, que interpretó a August Strindberg maravillosamente. Trabajando nos conocemos bien y eso favoreció la relación entre ambos personajes, que sentían mutuamente fascinación y rechazo al mismo tiempo.
Con sus compañeros en La noche de las tríbadas. Foto cedida por Jorge Torres

P.: Ahora voy a hacer un recorrido para llegar a una persona: Usted ha trabajado con Héctor Alterio, José Carlos Plaza y Luis Rallo. Los tres trabajaron en Yo, Claudio, donde también estaba Carlos Martínez-Abarca, el cual la dirigió a usted en Cuento de invierno, donde interpretaba a la reina...

Z.M.: Es de las cosas más bonitas que he hecho, porque la reina era un personaje fascinante y Carlos Martínez-Abarca tiene una energía increíble, es incansable. Coincidí además con Rocío Marín que es amiga mía y una actriz impresionante, es todoterreno. También trabajé con Carlos Lorenzo. 

P.: Tengo entendido que, precisamente, Carlos Martínez-Abarca lo sustituyó en las últimas representaciones y pudieron ustedes trabajar juntos sobre las tablas...

Z.M.: Así fue. Resultó una gran experiencia porque pasó de director a compañero en escena y es un actor buenísimo e interpretó al rey de una manera fascinante.



P.: Ahora le voy a nombrar a tres personas y quiero que usted me diga lo que piensa de ellas

a) María Isasi

Z.M.: María Isasi es mi hermana. Es para mí una de las mejores actrices de este país. Es muy versátil y lo hace todo. Tiene en el terreno personal y profesional entrega, compromiso y lealtad.

b) Pedro Moreno

Z.M.: Me parece un maestro de maestros. Recuerdo que en La noche de las tríbadas vino a un ensayo para que nos viese trabajar. Mi personaje lo alternaba lo Pepa Gracia y ese día estaba ella ensayando y yo sentada al lado de él. Aluciné porque sacó un folio, miró fijamente a todos los actores que estaban en escena y empezó a dibujar sin mirar el papel y había dibujado a cada personaje.

c) Juan Pedro Hernández

Z.M.: Es otro grandísimo profesional. En La noche de las tríbadas nos maquilló tan bien y lo tenía tan claro que me sorprendió de lo demacrada que parecía.

P.: ¿Qué personaje sería un sueño profesional para usted el interpretarlo?

Z.M.: Pues hay varios: Lady Ana, de Ricardo III, que me fascina porque es muy potente y creo que toca resortes como actriz que son muy especiales. La Novia, de Bodas de sangre, porque hay varios motivos que me conectan con él. Uno de ellos es que el primo de mi bisabuelo era el Leonardo real, Francisco Montes Cañadas, del crimen de Níjar que inspiró a Lorca. Otro personaje sería Laura de El zoo de cristal, que tiene una fragilidad que me gusta mucho.

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