viernes, 23 de febrero de 2018

Alaska: "Las canciones de 'El amor sigue en el aire' son excusas para seguir contando cosas"

Alaska ha sido y es una de las artistas más polifacéticas del panorama cultural. A su faceta como cantante, gracias a la que ha dejado varios temas grabados en la memoria colectiva desde los años 80, se une la de actriz, una experiencia de cuyos primeros ejemplos está su intervención en la ópera prima de Pedro Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) y a Sevilla llega hoy para poder verla en su último trabajo en esta faceta, la comedia musical El amor sigue en el aire versión aumentada de El amor está en el aire que protagonizaron Manuel Bandera y Bibiana Fernández y donde Alaska comparte escena con ellos y con Mario Vaquerizo. 

El amor sigue en el aire llega al Auditorio BOX de la Isla de la Cartuja para hacer reír a los espectadores hoy, y mañana con doble función. Escrita y dirigida por Félix Sabroso se despide de su gira en la capital hispalense. Alaska concedió una entrevista a El Rinconcillo de Reche para hablarnos de aspectos de este espectáculo donde el amor es el protagonista. Como siempre digo, pasen y lean.


Pregunta: ¿Cómo llega a formar parte de El amor sigue en el aire?


Alaska: Nosotros ya éramos fans de El amor está en el aire. Antes de que nos ofreciesen participar en ella, Mario como mínimo la había visto seis veces seguro y yo tres o cuatro. Sabíamos que nos gustaba y cuando te proponen participar en algo que conoces y que te gusta siempre es más fácil que te apetezca hacerlo. También confiamos mucho en Félix Sabroso cuando nos dijo cuando nos dijo que iba a escribir algo que iba a estar bien y que podíamos hacer. Eso fue lo que nos animó. Se nos pregunta mucho si trabajar con amigos también anima y eso nunca se sabe. Por un lado nos apetecía mucho trabajar mucho con Bibiana y con Manuel pero no nos imaginábamos que sería una experiencia tan estupenda. Nos ayudaron mucho, junto con Félix, a integrarnos en un espectáculo que era de ellos y nos lo pasamos muy bien.

P.: Félix Sabroso es muy conocido como director de cine ¿qué destacaría de su experiencia con él en este espectáculo?

A: Nunca le había visto dirigir con anterioridad. Es un director muy relajado, algo que yo agradezco porque yo no creo que pudiese trabajar bien con alguien con tensión  me dijese las cosas mal. Él te las dice tranquilo, pero te las dice. No agobia y da unas directrices muy claras de lo que quiere, lo cual es muy importante a la hora de entenderse trabajando. Nos ha ayudado el hecho de que haya escrito unos personajes para nosotros contrarios a lo que somos Mario y yo. Porque hacer de uno mismo siempre es más difícil. Son personajes antagónicos. El mío, Carlota es muy bruta a la hora de decir las cosas. No es nada calmada y su tono de voz está siempre arriba. Sin embargo, Mario interpreta a Paco: es caradura, hippie, muy tranquilo. Eso ayuda mucho porque estás jugando a crear a unas personas que no se parecen a nosotros. Alejarte lo que más se pueda de cómo es uno mismo siempre es mucho mejor. Es más fácil hacer una caricatura de otra persona que no se parezca a ti que de ti  mismo. Mario, por ejemplo, estaba acostumbrado a hacer de sí mismo en ocasiones anteriores, tanto en los programas de televisión en los que ha trabajado como en la ficción, como en La que se avecina. Y este espectáculo ha sido la primera vez en la que ha tenido que enfrentarse a un guión y a un personaje, porque era parte del reto, y estamos encantados.

P.: Estamos acostumbrados a ver producciones musicales provenientes del extranjero, que son maravillas, pero el hecho de que sea un espectáculo concebido en España es un aliciente ¿no?

A.: Implica otras cosas. No es un musical en el sentido  de que los actores nos levantamos de repente y nos ponemos a cantar. Lo que ocurre es que las canciones están presentes a lo largo del espectáculo y se canta en directo, pero ellas en el fondo continúan siendo el guión. Son excusas para seguir contando cosas, para que un personaje le diga a otro lo mucho que le quiere o lo harto que está de él o las ganas que tiene de perderle de vista. Es, como usted ha dicho, una obra original, escita, dirigida y montada en España y no tiene comparación por otra precisamente por eso.

P.: Con respecto al argumento, tiene una estructura peculiar... 

A.: La obra acaba un poco como empezó porque quiere transmitir la idea de que el amor es un círculo: te enamoras, te desenamoras, te separas, vuelves a encontrar el amor con otra persona o con la misma. Siempre se vuelve al mismo punto: la ilusión, el empezar de nuevo y la historia cuenta eso: cómo se va pasando por todas las etapas del amor y eso engancha al público porque conocemos todas, la de los nervios del principio y la del aburrimiento del final. Todos hemos pasado por todas en distintos momento de nuestra vida. Ahí es donde cada uno se reconoce.

P.: ¿Que le diría a los lectores de El Rinconcillo de Reche para que vayan a ver El amor sigue en el aire?

A.: En realidad no hay una razón específica para ver un espectáculo, escuchar una canción o leer un libro. Tiene más que ver con el placer de poder compartir con otras personas que van a estar ahí. Esos momentos en lo que puede que te pongas a pensar en un tema en el que no te habías pensado antes, vas a escuchar canciones que seguramente conoces y puede que descubras alguna que desconocías. Vas a ver a cuatro personas que conoces por las revistas o por la televisión, interpretando a unos personajes, algo que es distinto y, sobre todo, la experiencia de ir a un teatro, como la de ir a un concierto no se puede comparar con nada. Una película puede verse en casa, en el cine, se lee solo. Los espectáculos en directo no tienen comparación. Como tampoco lo tiene reírse o llorar sentado al lado de otras personas y, sólo por eso, vale la pena.  

FOTOS: JAU FORNES

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