lunes, 19 de marzo de 2018

"A silent voice": La importancia de la aceptación

Japón, en el terreno de la animación, tiene un lugar privilegiado sin lugar a dudas. Del país del sol naciente nos han llegado, multitudes de series aparte, muchos largometrajes que han calado en crítica y público, como los dirigidos por el maestro Hayao Miyazaki. Sirvan como ejemplos el ganador del Oscar El viaje de Chihiro (2001), La princesa Mononoke (1997) o El castillo ambulante (2004). A estos hay que añadir títulos duros y que llegan al alma como La tumba de las luciérnagas (1988) de otro maestro, Isao Takahata. A ellos hay que destacar profesionales que han recogido muy dignamente el testigo de ellos, como es el caso, entre otros, de Makoto Shinkai, del que llegó el año pasado a las pantallas españolas su último y aclamado largometraje, Your name, realizado en 2016, el mismo año que se estrenó la película que nos ocupa, A silent voice, cuya directora, Nakao Yamada, tiene sólo 34 años y un talento desbordante, además de valentía y sensibilidad a partes iguales.

A silent voice parte de un comic escrito por Yoshitoki Oima y, si por algo destaca sobre todo, es por tratar sin paños calientes temas controvertidos y duros, como el acoso escolar o el suicidio adolescente. La inteligencia de Yamada se expone claramente por su capacidad de contar una historia con los temas mencionados, que constituyen un retrato amargo de una etapa vital trascendental, combinándolo con imágenes hermosas.

La película cuenta la historia de un preadolescente, Shoya Ishida, que se burla de una nueva alumna, Shoko Nishimiya, que llega a su clase y que es sorda. Su comportamiento llegará a acarrearle consecuencias entre sus propios compañeros dándose la vuelta a la situación y buscando desde entonces la manera de enmendar sus errores. Yamada toca temas tan importantes, a medida que avanza la trama, como la amistad y la búsqueda del amigo verdadero, así como la culpa y el sufrimiento que acarrea no aceptar a los demás así como el no aceptarse a sí mismo.

A silent voice hace un llamamiento a la compresión y a la integración en un ambiente tan hostil como puede ser un centro educativo donde se muestra que no sólo acosa el que hace las acciones más vistosas, crueles y graciosas para los demás, sino que también los que van por detrás criticando o menospreciando no son menos culpables y esa es la base de una de las escenas que constituyen uno de los momentos catárticos del filme, donde un puente se convierte en un punto de encuentro fundamental en la trama en el que el ritual de ir allí a dar de comer a los peces es un símbolo de conexión de dos almas perdidas, sobre todo el personaje de él.

Habría que destacar la rica galería de personajes como la familia Nishimiya, con una hermana que también sufre y una entrañable abuela que es la voz de la sabiduría, así como el nuevo amigo de Ishida, con el que descubre lo que es un verdadero amigo y así se percata de que los que le reían las gracias no lo eran. 

El filme utiliza un peculiar recurso para mostrar de una manera gráfica la desconfianza de Ishida hacia la gente que le rodea. Además se plantean distintos miedos de un grupo de adolescentes que conforman un muestrario de comportamientos bastante reconocibles por el público, donde la timidez y la vergüenza son las señas de identidad de estas personas, de las cuales, unas logran superar sus miedos y otras no. El filme también incide en la idea, con un personaje en concreto, de que hay personas que el paso de los años no las mejora, permanecen igual sin voluntad de cambiar.

Tras unos trágicos acontecimientos, donde el sentimiento de culpa lleva a tomar drásticas decisiones, A silent voice transmite un mensaje de esperanza porque hay personas que se esfuerzan por conseguir una segunda oportunidad, y lo logran, y aboga por la igualdad entre los seres humanos a pesar de las diferencias, visibles y no visibles, barreras al fin y al cabo que, si se pone voluntad, no son impedimento para la comunicación y el entendimiento. Es también un canto a la amistad y a la capacidad de los seres humanos de perdonar y perdonarse a ellos mismos. Un filme necesario, en definitiva, porque lo que muestra la película lamentablemente,sigue ocurriendo.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario