martes, 25 de septiembre de 2018

"Madame Hyde": Experimento fallido

Adaptar un texto clásico a la actualidad, a un contexto específico culturalmente hablando o darle, simplemente, un aire distinto, se ha hecho siempre tanto en el teatro como en el cine. Un servidor recuerda, por ejemplo, una de las obras maestras del maestro Akira Kurosawa, Trono de sangre (1957) donde se trasladó a Japón Macbeth de William Shakespeare, o la manera ejemplar en la que Carol Reed convirtió en musical Oliver Twist, la inmortal novela de Charles Dickens, dando lugar, sin obviar las partes más duras y dramáticas, a Oliver (1968), ganadora del Oscar a la Mejor Película en la ceremonia del año siguiente.

Pues bien, tras estos ejemplos, un servidor, desde su personal punto de vista, considera que la película Madame Hyde es una muestra de lo opuesto en cuestión de resultados. El actor y director Serge Bozon, para su quinto largometraje tras las cámaras, toma de base la novela corta El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, publicada en 1886 y adaptada a la gran pantalla en muchas ocasiones, para contar una historia ambientada en la actualidad y a una mujer como protagonista. Nada que objetar a estas decisiones. Lo que ocurre es que el desarrollo de la historia es muy endeble y tiene más agujeros que un colador.

Bozon mezcla tantos elementos que da la sensación de que a veces se pierde y no sabe cómo seguir de manera coherente. Además recurre al tópico de profesora con alumnos rebeldes pero quiere innovar dándole la vuelta a la actitud que, por ejemplo, tenía Sidney Poitier en Rebelión en las aulas (James Clavell, 1967) para mostrar a unos profesores que se ven sobrepasados por la actitud de sus pupilos. 

En opinión de un servidor, Madame Hyde es una película que se deja ver, simple y llanamente, por la interpretación de Isabelle Huppert (la cual trabajó en la anterior película de Bozon como director, Tip Top, estrenada en 2013) cuya interpretación en muy superior a la película en su conjunto. Ya habiendo visto varios filmes protagonizados por ella, un servidor piensa que Claude Chabrol y Michael Haneke, por poner dos ejemplos, son directores que le han ofrecido papeles jugosos en películas mucho mejor armadas que la que centra esta crítica.

Bozon mezcla lo ya expuesto con escenas de rap, explicaciones científicas que aportan muy poco y, de las últimas mencionadas, una referida a la trillada distancia entre dos puntos, se hace soporífera. Incluso los elementos sobrenaturales parecen metidos con calzador porque las experiencias docentes sí tienen algo más de interés, pero parece que las escenas perteneciesen a otra película. El guión incluye también una historia particular de un alumno con una actitud y un problema físico que, en otras manos podía haberse mostrado de una mejor manera. 

A nivel interpretativo Huppert supera con nota la prueba de esta irregular película así como Romain Duris en la piel del director del instituto y nos deja atisbar lo bien que va progresando como actor ese joven que un servidor descubrió en Una casa de locos (Cédric Klapish, 2002). Sin embargo, Jose García, como marido del personaje de Huppert, está totalmente desaprovechado. Una pena para un actor que brilló en títulos como Arcadia (Costa-Gavras, 2005), por ejemplo.

Un servidor no esperaba una adaptación modélica del clásico de Stevenson (porque sí es cierto que están presentes elementos como la doble personalidad, o la maldad y la violencia, aparte, eso sí, de que el apartado paranormal se lo han sacado un poco de la chistera, pareciéndose Huppert más Carrie, de Stephen King que al Mr.Hyde literario)  pero Madame Hyde es una película desorientada y cuyo único interés es ver a Isabelle Huppert, porque es capaz de sacar petróleo de un pozo declarado seco y, si la hubiese protagonizado otra actriz con menos calidad profesional, un servidor cree que no la hubiese aguantado.      

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