lunes, 26 de noviembre de 2018

Noelia Díez: "Cada vez que montamos un texto clásico siempre intentamos aportar algo más"

En la ciudad natal de un servidor, Sevilla, hay varias compañías que, con su manera de afrontar las producciones en las que se embarcan, están poniendo picas en Flandes. Una de ellas es, sin duda, Teatro Clásico de Sevilla. Desde que comenzó en el año 2005 a representar Don Juan Tenorio en la Iglesia de San Luis de los Franceses, no han dejado de crecer, poniendo en pie clásicos como La dama duende de Calderón de la Barca,  La Celestina de Fernando de Rojas o Carmen, sobre el texto de Merimée.

Esa carrera de fondo, donde la calidad y la consideración de público y crítica no ha hecho más que aumentar, continuó con El Buscón, sobre el texto de Francisco de Quevedo, La Estrella de Sevilla, atribuida a Lope de Vega, Hamlet de William Shakespeare y Luces de bohemia de Valle-Inclán. La excelencia de sus montajes ha sido distinguida con premios como los Max, los Lorca, ADE o Escenario.

Además de todo lo mencionado Teatro Clásico de Sevilla no olvida al público familiar y se encuentra en estos momentos preparando su tercer espectáculo de estas características, La Principita, que se estrenará en el Teatro Central de la capital hispalense el 21 de diciembre y permanecerá en cartel hasta el 4 de enero y que sigue la estela de Julia. Un viaje teatrástico y Don Quijote en la patera.

De todo lo expuesto y de más cosas El Rinconcillo de Reche ha hablado con Noelia Díez (Bilbao, 1977), codirectora de la compañía junto a Juan Motilla, productora, además de encargarse también de la distribución y la comunicación. Con la vista puesta en el montaje sobre el libro de Antoine de Saint-Exupéry. Díez detalló aspectos de una compañía que desde Sevilla ofrece unos montajes inolvidables. Pasen y  lean 

Pregunta: La Principita es el tercer espectáculo familiar de la compañía ¿Qué les interesó acercarse al libro de Antoine de Saint-Exupéry?

Noelias Díez: Siempre que afrontamos un espectáculo infantil, que son apuestas propias porque el tema familiar nos motiva mucho, nos interesa hacer algo que aporte y que llegue a los niños, que les haga entrar en el teatro como público potencial pero, además, con una historia que les interese. En los casos anteriores han sido varios motivos: Julia. Un viaje teatrástico fue para poner en pie la obra de Lope de Rueda y Don Quijote en la patera por la universalidad del texto y ponerlo sobre el escenario. 

El Principito es un libro del que descubrí en mi adolescencia lo que realmente significaba y siempre ha sido un libro de cabecera. Además, en la época en que vivimos, donde prima lo digital, consideramos esencial que se resaltasen valores que los niños quizás tengan algo olvidados. Es un libro que está lleno de imágenes que se recuerdan mucho y pensamos que era una buena oportunidad para llevarlo al teatro, lo cual es algo complicado porque es una historia que no tiene mucha acción. 

Teníamos claro que no queríamos hacer una feminización de El Principito. En la dramaturgia de nuestros espectáculos siempre hay una pregunta y una respuesta. Alfonso Zurro dio en la tecla y es un montaje en el que el principito está pero queríamos que fuera una obra muy atractiva para los niños, y que se divirtiesen. 

La Principita tiene como protagonista a una niña muy activa, que se hace constantemente preguntas. Viene de otro planeta y es una manera de descubrir nuestro mundo a través de los ojos de una persona que viene de fuera de él. La historia conecta con el final del libro de Saint-Exupéry, con la vuelta del piloto en busca del principito, y se encuentra a una niña.

P.: Otro de los aspectos destacados de sus montajes infantiles y familiares es que siempre valoran la inteligencia de los niños...

N.D.: Así es. El texto no tiene palabras complicadas pero sí profundidad. Siempre pensamos que, cuando los niños vienen a ver un espectáculo, muchas veces lo hacen acompañados de los padres. Quizás los niños se queden con unas partes de la historia que ven en el escenario y los padres se quedan con otros aspectos de la misma. Subliminalmente los niños se quedan con una historia, pero los adultos captan todo el sentido. Los espectáculos son familiares porque siempre queremos que el público de todas las edades capte lo que les planteamos y, en el caso de los niños, lo hacen pero de otra manera.

En el caso de La Principita será un espectáculo muy impactante visualmente, con proyecciones , música y que estéticamente sea atractivo para captar la atención de los niños. Siempre queremos que tanto niños como adultos piensen y se vayan a sus casas teniendo la sensación de haber visto algo que les hace cuestionarse cosas, aunque sea inconscientemente. Este espectáculo será de muchas aventuras por las peripecias de una niña que es una extraterrestre. Los niños hoy en día están acostumbrados a imágenes que se suceden de manera muy rápida y planos vertiginosos, por ejemplo. Por eso ahora nos intentamos acercar a esa manera que tienen actualmente los niños de captar las historias.


P.: Pasando ahora a hablar ahora de la compañía en sí, porque desde Sevilla están teniendo una proyección nacional e internacional muy importante, es que se ve que en cada producción nueva suben un escalón...

N.D.: Ese es el objetivo que nos marcamos cada vez que afrontamos un nuevo proyecto. Siempre intentamos contar con el mejor equipo profesional, y con el tiempo se ha producido entre todos una homogeneidad y una conexión, entre los integrantes del equipo artístico y técnico.

P.: En el caso del apartado técnico se suelen repetir su integrantes casi siempre lo cual es una de sus señas de identidad...

N.D.: Se repiten por lo que he mencionado antes. Los espectáculos los concebimos como una apuesta homogénea. Se cuida mucho la producción yendo escenografía, vestuario o iluminación todo a una. Todo va muy de la mano y funciona muy bien. Además trabajamos con grandes profesionales y hemos creado como una familia y eso creo que se nota porque trabajamos muy a gusto.

P.: El que todos los aspectos de las producciones vayan de la mano es muy importante de cara al resultado final... 

N.D.: Efectivamente. Cuando se ve que un equipo funciona se apuesta siempre por él. Sin embargo, no estamos cerrados. En el caso de La Principita, hemos contado para el vestuario con Carmen de Giles. Es la primera vez que trabajamos con ella y estamos muy contentos con su trabajo. Generalmente tanto de la escenografía como del vestuario se encarga Curt Allen Wilmer, pero sus compromisos profesionales hicieron que decidiésemos contar con Carmen y está yendo todo muy bien. Siempre queremos trabajar con profesionales de primer nivel con los que nos entendamos y entiendan las propuestas. Además, Alfonso Zurro es un mago, una joya, y el tema artístico lo controla muy bien. Se comunica genial con todos y eso se ve en el resultado.

P.: Lo que se ve es que hay una coherencia en el conjunto...

N.D.: Exacto. Todo se supervisa desde la producción, es muy importante. Todo debe casar también a la perfección con la dramaturgia. La escenografía, el vestuario y el resto de elementos deben estar al servicio del espectáculo.

P.: Eso lo percibí claramente en La Estrella de Sevilla, donde esos aspectos que menciona casaban perfectamente con lo que se contaba y cómo, siendo un clásico del Siglo de Oro...

N.D.: Claro. Si hubiese tenido otra escenografía, por ejemplo, a lo mejor no hubiese tenido sentido. Está todo muy unido. Curt Allen Wilmer es una maravilla. Cuando nos presenta sus diseños y explica el concepto y la razón de que sean así nos deja alucinados. Lo mismo nos ocurre con la iluminación de Florencio Ortiz, la música de Jasio Velasco o la mencionada labor de Alfonso Zurro como dramaturgo y director.
La Estrella de Sevilla                                                                                                                                             Luis Castilla

P.: Precisamente una de las cosas que definen a Teatro Clásico de Sevilla, por lo que se está hablando, es el aspecto visual de los montajes. No hay una repetición ni un espectáculo igual...

N.D.:  Ese es un aspecto básico en la filosofía que Juan Motilla y yo tenemos. Queremos superarnos siempre, no nos conformamos con lo que ya se ha hecho, buscamos siempre nuevas formas. Eso es un triunfo de los profesionales que he mencionado antes. Ellos son los creativos y los que de repente proponen cosas asombrosas. Nosotros hacemos teatro clásico para el espectador contemporáneo y el espectador actual quiere ver más, necesita algo que le atraiga estéticamente, unos actores impecables, y lo intentamos ofrecer siempre.

P.: En la compañía hay una línea que se sigue desde un determinado momento, una filosofía a la hora de plantear los espectáculos...   

N.D.: Es una etapa que coincide con el comienzo del trabajo con Alfonso Zurro. Ya se había planteado previamente pero cuando se materializa es cuando Alfonso comienza a dirigir los espectáculos. Es muy importante dar en la diana, algo que tampoco es fácil. El primer espectáculo con el que empezamos a contar con miembros del actual equipo es Carmen, que se estrenó en el año 2010.  Vimos que funcionaba y que esa era la línea a partir de la que crecer.
Carmen                                                                                                                                                                   Luis Castilla

P.: A nivel de actores, también hay un grupo estable aunque se produzcan también incorporaciones...

N.D.: Es que estamos trabajando con los mejores actores de Andalucía: Roberto Quintana, Manuel Monteagudo, Amparo Marín, Rebeca Torres, Antonio Campos...

Eso también depende de encontrar al actor idóneo para el personaje. Hay ocasiones en que tenemos que hacer castings y se incorporan actores nuevos, pero tenemos la suerte de contar con actores de enorme calidad. También hay que tener en cuenta que tenemos varios espectáculos en gira a la vez a lo que hay que sumar los actores de las visitas al Alcázar, igualmente fantásticos. 

P.: También hay una apuesta por una mezcla de veteranía y juventud en los repartos que deja un buen sabor de boca...

N.D.: Es que contamos con actores jóvenes pero con cosas muy interesantes que aportar. Por ejemplo, Pablo Gómez-Pando es una bestia escénica. Yo, como espectadora, no he visto a ningún actor de su edad que haga lo que hace en El Buscón y en Hamlet. Lo mismo ocurre con José Luis Verguizas y José Luis Bustillo, las actrices igual. Estamos muy orgullosos de los actores con los que trabajamos. Son esenciales, porque se puede tener una gran escenografía o un bello vestuario pero si los actores no están como deben estar todo eso no sirve para nada. Tenemos mucha suerte con los actores que tenemos, son unos grandes profesionales.
El Buscón                                                                                                                                                             Luis Castilla

P.: Es una manera de poner al alza el talento de los profesionales andaluces...

N.D.: Es que aquí hay una tradición escénica muy importante. Gran cantidad de los actores que triunfan en Madrid son andaluces. Hay un caldo de cultivo potente.

P.: Ha mencionado Hamlet y yo considero que es un espectáculo especial,  con una explosión de creatividad absoluta y aportando cosas sin saliros del texto ni de la historia que cuenta la obra...

N.D.:  Es un espectáculo al que también le tengo mucho cariño. Hay que quitarse el sombrero ante Alfonso Zurro. Desde las primeras reuniones con el borrador ya veía una maravilla. Además, siendo mis dos obras favoritas Hamlet y Macbeth puede imaginarse lo que sentí al ver lo que se proponía. Con respecto a lo segundo que usted plantea es que nosotros siempre pensamos en representar un texto clásico pero aportando algo más.
Hamlet                                                                                                                                                                Luis Castilla

Hay ocasiones en las que en los clásicos no quedan muy claras algunas cosas por diversos factores y Zurro es un maestro porque se queda con lo esencial de la obra. Además, cuando se tratan autores que son palabras mayores como Lope de Vega, Shakespeare o Valle-Inclán, dramatúrgicamente se pueden cambiar cosas para clarificar pero la brillantez del idioma, del lenguaje, no se puede perder.

P.: Cuando se deciden a montar un nuevo espectáculo ¿hay algo que motive la elección de lo que van a hacer?

N.D.: Hay varios motivos. En el caso, por ejemplo, de Hamlet, era el cuarto centenario de William Shakespeare, y queríamos hacer un espectáculo. Tenía muchas ganas de hacer Hamlet y vimos la oportunidad idónea para ello. El Buscón fue porque nos encanta la picaresca y queríamos darle una vuelta. Es una joyita. Además las cosas fáciles en nuestro caso no las hacemos. Nos gustan los retos y cada espectáculo es diferente. Don Quijote en la patera fue por querer hacerle un homenaje a Cervantes, del que también se cumplía el centenario. 

En el caso de Luces de bohemia, siempre nos ha gustado mucho Valle-Inclán y Alfonso Zurro siempre quería hacer una versión de esa obra. Cuando pensábamos qué hacer dijimos: Hemos hecho una obra de Shakespeare y vamos a romper con todo y a reivindicar a Valle-Inclán como autor clásico. Fue una fuerte apuesta.

P.: Ya que menciona Luces de bohemia, llama la atención en primer lugar, la dramaturgia. No se empieza por el principio...     

N.D.: Eso lo decidió Alfonso Zurro, que firma la versión. Él consideraba que lo importante de la obra no es si Max Estrella muere o no. Yo pienso que de la manera en que está contada la historia se ve más clara. Se centra en lo que pasó la noche previa a la muerte del personaje. Cuando releí el texto de la versión, como lectora sentí que entendía mejor la historia. Fue un acierto. En este caso la muerte del personaje principal no es spoiler ni una sorpresa porque es una obra muy conocida. Cuando estuvimos en Cádiz hicimos un foro Juan Motilla y yo para académicos y había gente que conocía en profundidad la obra de Valle-Inclán. Muchos afirmaron que la versión de Zurro era muy buena, que clarificaba muchas cosas y tenían muy buenas impresiones. Ha sido una apuesta que ha salido bien tanto a nivel de público como de la crítica.
Luces de bohemia                                                                                                                                                  Luis Castilla

P.: Hilando otro tema, una cosa que percibo es que hay una unanimidad crítica positiva de sus espectáculos que, en el panorama actual, es muy difícil que ocurra en una compañía...

N.D.: Eso nos lo han dicho. Muchos críticos nos han comentado que les gustan nuestras propuestas y eso es señal de que estamos haciendo bien las cosas. También es cierto que no nos podemos confiar. No podemos dejar que el ego se infle por una buena crítica, ya que no deja de ser la opinión de una persona. Y al contrario igual. Pero si la crítica profesional te afirma que se hace bien lo que propones uno se plantea que del todo no nos estamos equivocando. Nosotros, además, trabajamos para el público. Ver, por ejemplo, el Teatro Falla lleno por completo, con la gente en pie ovacionando a los actores, hace que se te pongan los pelos de punta.

P.: Centrándonos en la proyección de la compañía va a ir como invitada a la Compañía Nacional de Teatro Clásico con La Estrella de Sevilla por lo que actuarán en el Teatro de la Comedia de Madrid, y a París el 1 y el 2 de diciembre con Luces de bohemia 

N.D.: Así es. Actuar en el Teatro de la Comedia nos hace una ilusión especial porque se da la circunstancia de que La Estrella de Sevilla es un espectáculo que actualmente no está de gira y lo solicitaron ellos. Me llamaron a mí y me dijeron que les interesaba programarlo. Era una buena oportunidad para recuperarlo. Y París tiene también mucha tradición teatral, es dentro del Festival Don Quijote, ven mucho teatro y me hace ilusión ir con una obra de Valle-Inclán porque es un autor  no tan considerado como debería estarlo. Fue precursor del teatro vanguardista, de Brecht, del teatro del absurdo, adelantándose cincuenta años, inventó un género nuevo, además de tener mucha actualidad.

P.: Para terminar quería ahondar en las visitas teatralizadas al Alcázar. Lo hacéis de una manera que, tanto los extranjeros que vienen a visitar Sevilla como  los propios sevillanos, llegan a conocer un edificio histórico muy importante de una manera muy atractiva y distinta a la típica visita guiada...

N.D.: Comenzamos a hacerlas el año 2013. Es algo de lo que también estamos muy orgullosos porque el Alcázar es el palacio europeo más antiguo en uso, porque aún lo utiliza la Familia Real. Es una maravilla que mucha gente no conoce.
Un momento de las visitas teatralizadas al Alcázar                                                                           Teatro Clásico de Sevilla 

Y es otro acierto de Alfonso Zurro la manera en que lo planteó. Este año se modificó por el Año Murillo pero siempre relacionando las historias y las leyendas del Alcázar y diversos personajes. Se conoce así desde otro punto de vista. Además, de noche, tiene otra iluminación y se ve de otra forma, porque se añade el factor de que los actores están al lado de los espectadores. Todo está cuidado y documentado como es el caso de los tejidos, el patronaje para que el espectador se meta de lleno en la época del personaje que en ese momento te cuenta su historia.

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