miércoles, 19 de junio de 2019

"The Breadwinner. El pan de la guerra": Mujeres valientes

En el año 2009, en medio del monopolio prácticamente estadounidense (con excepciones como el anime japonés, por ejemplo), irrumpió con fuerza una película de animación procedente de Europa y que fue una gratísima sorpresa: El secreto del Libro de Kells, codirigida por los irlandeses Tomm Moore y Nora Twomey. Aunando un particular y hermoso diseño visual con una historia que jugaba con la fantasía proveniente de ancestrales leyendas en plena Edad Media esta película puso en el mapa de la animación a la productora Cartoon Saloon y tuvo su recompensa con una merecidísima nominación al Oscar. Lo mismo ocurriría con la hermosa La canción del mar (2014) dirigida por Moore en solitario y que narraba una entrañable historia familiar con elementos, de nuevo, de leyendas, en este caso marítimas irlandesas, la cual optó también a la dorada estatuilla.

Ahora, estando ya bastante tiempo en el catálogo de Netflix, se ha estrenado en los cines españoles la siguiente producción del estudio que data de 2017, The Breadwinner. El pan de la guerra. En esta ocasión se cambian los papeles ya que Moore ejerce de productor mientras que Nora Twomey dirige en solitario una adaptación de la novela escrita por Deborah Ellis. En este caso la dureza se impone al tratar la historia de la represión del régimen talibán a comienzos del presente siglo en Afganistán.

Este filme cuenta, además, con el respaldo en la producción de la actriz y directora Angelina Jolie. La afamada hija de Jon Voight y ganadora del Oscar por Inocencia interrumpida (James Mangold, 1999) siempre ha mostrado una especial sensibilidad por los habitantes de zonas pobres del mundo o inmersos en devastadores conflictos bélicos. Por lo tanto que se implique de lleno en esta historia no es nada sorprendente sino una demostración más para dar visibilidad a las injusticias del mundo.

A nivel de guión, se ahonda en el horror y la tensión, y, por lo tanto, en el valor para seguir adelante. The Breadwinner. El pan de la guerra se centra en la vida de la joven Parvana, la segunda de los tres hijos de un padre al que le falta una pierna y una madre enferma. El encarcelamiento del cabeza de familia, anteriormente dedicado a la enseñanza, hace que sea Parvana y el resto de las mujeres las que deban tomar la iniciativa para sobrevivir.

Esta película no es para un público infantil como los títulos precedentes de la productora ya citados pues la situación de Afganistán que se describe es todo menos idílica y se hace hincapié, sin ser muy explícitos, en la violencia que reina y se respira en el ambiente. Lo mencionado motiva una de las acciones que determinan el devenir de la protagonista y que da una clara muestra de la sociedad machista en la que la protagonista y su familia viven: el hacerse pasar por un chico le posibilita lo que se le niega a toda mujer por el hecho simplemente de serlo. Este recurso narrativo, y en el mismo contexto, fue usado, en el filme afgano  Osama (Siddiq Barmak, 2003), ganador del Globo de Oro. Además un antecedente de filme animado procedente de Europa con un tema crudo de represión sería Persépolis (Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi, 2007), ambientado en Irán y con las voces originales de Chiara Mastroianni y Catherine Deneuve.

El uso de la animación ofrece más posibilidades, como por ejemplo y enlazando con las otras dos películas de Cartoon Saloon, el rememorar una historia antigua, leyenda o cuento. En este caso la historia de Parvana va en paralelo a la narración de un cuento sobre un joven que ha de rescatar unas semillas fundamentales para su poblado (momento para introducir el elemento de fantasía marca de la casa) que se va contando por fragmentos e incluso a personajes diferentes, fundiéndose de manera curiosa en el tramo final. Otro elemento que recuerda a los anteriores filmes es el diseño de la cara del benjamín de la familia, cuyos rasgos recuerdan a los de otros personajes de aquellas fascinantes películas.

The Breadwinner. El pan de la guerra es la confirmación de un eficaz sello propio que puede abarcar temas de todo tipo y donde las mujeres demuestran que son capaces de sobra de tirar del carro cargado de piedras metafórico que es la vida y lanza un rayo de esperanza ante la barbarie y situaciones insostenibles, donde una postal de un lugar paradisíaco sirve para mantener la ilusión y avivar las ganas de seguir luchando. Un esfuerzo que de nuevo la Academia de Hollywood recompensó con una nominación al Oscar el año que ganó Coco.

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