Mostrando entradas con la etiqueta Miles Teller. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Miles Teller. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de marzo de 2018

"Héroes en el infierno": Tormenta naranja

Vamos a ver. Un servidor sabe que está prácticamente todo inventado en el cine pero al ver la película Héroes en el infierno le fue inevitable pensar en las similitudes que tenía con otro filme, a saber: Basada en hechos reales, se muestra la camaradería de un grupo de bomberos forestales, se lucha contra los elementos y sale Jeff Bridges: Trasladen todo esto, con ciertas variantes por supuesto, a un buque escuela y tienen Tormenta blanca (Ridley Scott, 1996), de ahí el juego de palabras del título de esta crítica.

Héroes en el infierno tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. En la parte positiva, la loable intención de homenajear a un grupo de profesionales que, literalmente, pusieron sus vidas en peligro, y dar a conocer cómo trabajan los bomberos en las zonas naturales. Para ello se ha tomado como base un suceso real ocurrido en 2013, recogido en un artículo escrito por Sean Flynn. La poca diferencia entre la película y los hechos reales dan idea de la importancia que los responsables del filme le dieron a la labor de estos profesionales, los bomberos, que han sido el centro de otras recordadas películas como El coloso en llamas (John Guillermin e Irwin Allen, 1974), Llamaradas (Ron Howard, 1991) o Brigada 49 ( Jay Russell, 2004).

La película, tercera del director Joseph Kosinski tras TRON:Legacy (2010) y Oblivion (2013), tiene uno de sus defectos principales en el desarrollo de la historia, sobre todo en la primera hora, donde se muestran situaciones mil veces vistas con un tratamiento de telefilme de sobremesa que los actores salvan como pueden, en especial Josh Brolin y Jennifer Connelly, en un reparto donde está la siempre bella Andie MacDowell, con un papel sin sustancia. De hecho, un servidor cuando vio sus intervenciones pensó: ¿Qué hace esta mujer en esta película?

Del resto del reparto de nuevo destaca Miles Teller, visto hace muy poco en Deber cumplido (Jason Hall, 2017) otra película basada en hechos reales. En el caso que nos ocupa interpreta a un personaje estereotipado: el joven de vida a la deriva que encuentra la redención en el grupo de bomberos, entre los que pasará de ser novato víctima de bromas a ser considerado un camarada o hermano más, entre otros por el personaje interpretado por Taylor Kitsch.

Poco más se puede decir de esta película que sí hay que reconocerle la labor de producción para trasladar al espectador de manera realista al lugar de trabajo de estos hombres, muy jóvenes en su mayoría, ya que muchos apenas superan los veinte años. Los cortafuegos y el tramo final donde se masca la tragedia tras un imprevisto incidente son muy creíbles, aunque el final, que no deja de ser emotivo, tira de recursos dramáticos de manual aunque uno no deja de sentir un pellizco por ese  momento que se extiende a los créditos, lleno de lágrimas y recuerdos. 

jueves, 22 de febrero de 2018

"Deber cumplido": Traumas y remordimientos

La experiencia de ir a una guerra tiene que impresionar sí o sí. Por muy dura que sea una persona, es una situación tan anómala, que tiene que marcar a fuego de alguna manera. El cine ha hecho obras maestras sobre los desastres de las contiendas bélicas y la vuelta a casa de los combatientes, siendo para un servidor Los mejores años de nuestra vida (William Wyler, 1946) y El Cazador (Michael Cimino, 1978) dos de las más contundentes y logradas sobre el tema. Si la primera se centraba en la Segunda Guerra Mundial y la segunda en la Guerra de Vietnam (muy apegadas ambas a cuando tuvieron lugar), la Guerra de Irak centra la atención de Deber cumplido

Basándose en hechos reales y, concretamente, en un libro escrito por David Finkel, Jason Hall escribe el guión de su ópera prima tras centrar estos años anteriores en la actuación y en la escritura, firmando él los guiones de tres filmes tan dispares como American Playboy (David Mackenzie, 2009), El poder del dinero (Robert Luketic, 2013) y El francotirador (Clint Eastwood, 2014).

Hall apuesta por una historia contenida con pequeños pero efectivos golpes de efecto contando la experiencia de tres hombres que vuelven a sus hogares con sus familias, con el recuerdo de lo que allí vivieron les persigue. La elección del reparto es uno de los aciertos del filme, por escoger a actores jóvenes que no son súper estrellas, lo cual hace aún más realista lo que se cuenta.

De todos, Miles Teller es el que tiene un mayor protagonismo. El protagonista de Whiplash (Damien Chazelle, 2014) hace un gran ejercicio de contención para dar vida a un sargento lleno de culpa y arrepentimiento por dos episodios concretos de los que se siente responsable y que afectaron a terceras personas. Se nota una naturalidad sobre todo en su actitud, que resulta bastante creíble y la visita a uno de los afectados es uno de los momentos más emotivos de la película, donde se exalta la camaradería y la amistad. Por otro lado su aparente normalidad se va resquebrajando, necesitando ayuda pero anteponiendo el bien de los que le rodean antes del suyo propio. Teller demuestra en este filme que va con paso firme en su carrera. Su esposa es interpretada con idéntica naturalidad por Haley Bennet, vista en títulos como el remake de Los siete magníficos (Antoine Fuqua, 2016) o La chica del tren (Tate Taylor, 2016).

El segundo foco de atención está puesto en otro combatiente interpretado por Beulah Koale, actor de trayectoria mayoriariamente televisiva. En este caso sirve para poner de manifiesto las secuelas a nivel psicológico que una guerra puede acarrear y las dificultades que provocan en la vida diaria. Keisha Castle-Hughes, a la que conocimos desde niña por su debut en el cine, Whale rider (Niki Caro, 2002), que le proporcionó una nominación al Oscar, interpreta a su mujer. Vista en Juego de Tronos como una de las chicas guerreras de Dorne, ha demostrado el paso a la edad adulta con creces y en Deber cumplido le dan la oportunidad de mostrar la ternura y el miedo por las reacciones de su marido.

Deber cumplido cuenta con una lograda fotografía de Roman Vasyanov en cuyos créditos se encuentran Escuadrón suicida (David Ayer, 2016) o Bright (David Ayer, 2017) y música de Thomas Newman, que ostenta un record nada agradable: 14 nominaciones al Oscar sin premio, por cierto.

Sin ser la gran película del año Deber cumplido se deja ver y es muy realista a la hora de mostrar las secuelas de una guerra en hombres que están rotos por dentro y que, contradiciendo la sobada premisa de que un hombre de verdad no debe ni mostrar debilidades ni llorar se nos muestra a personas llenas de miedos y que necesitan ayuda, mientras otros, por desgracia, no pueden soportar la presión. Así somos los seres humanos sin distinción de sexo.