miércoles, 27 de febrero de 2019

"Cambio de reinas": Doble matrimonio de conveniencia

Siglos atrás eran muy frecuentes, por desgracia, los matrimonios sin amor, en los cuales la razón capital para llevarse a cabo era emparentar unas familias con otras por motivos puramente económicos. En el caso de la nobleza y la realeza eran ya incluso un trato entre familias poderosas o acuerdos de Estado.

Un vergonzoso episodio, y que un servidor admite que, hasta saber de la película que va a hablar, desconocía, fue un acuerdo, a comienzos del siglo XVIII entre Francia y España:  Luis XV se casaría con una hija de Felipe V y Luis I, sucesor de éste, con Luisa Isabel, hija de Felipe II de Orleans, regente de Francia durante la minoría de edad del citado Luis XV. Un servidor reitera que el episodio es vergonzoso porque los dos matrimonios eran entre menores de edad, siendo más sangrante el caso de la hija de Felipe V, Mariana Victoria de Borbón, que tenía... 4 AÑOS.

Este pacto es el centro del filme franco-belga Cambio de reinas, dirigido por Marc Dugain, en el que es su segundo largometraje, y donde ejerce de coguionista, adaptando una novela de Chantal Thomas junto a la propia autora, especializada en libros de corte histórico. De hecho otro libro suyo dio lugar a la película Adiós a la reina (Benoit Jacquot, 2012) que protagonizaron Léa Seydoux y Diane Kruger centrada en María Antonieta. La colaboración, por cierto, de Thomas con Jacquot se extiende a un filme de próximo estreno, Dernier amour, centrado en la figura de Casanova con Vincent Lindon y Valeria Golino.

Volviendo a Cambio de reinas, hay que decir que es una demostración más de cómo los franceses hacen películas de época de manera ejemplar. Puede sonar reiterativo, pero maravillas como La reina Margot (Patrice Chereau, 1994), Todas las mañanas del mundo (Alain Cornaeau, 1991) o Ridicule (Patrice Laconte, 1996) han llegado del país vecino asombrando por sus buenos guiones y cuidadas ambientaciones. En el caso de Cambio de reinas ambos aspectos están muy bien cuidados.

La historia tiene un ritmo pausado pero que no llega a aburrir porque tiene la virtud de ir intercalando lo que ocurre en palacio en ambos países de manera dinámica. Además, los personajes están bien perfilados e interpretados destacando un medido Lambert Wilson como Felipe V, al que un servidor vio por última vez en pantalla encarnando a otro personaje real, Jacques Costeau en Jacques (Jérôme Salle, 2016). Pero quizás lo que llamó más la atención a un servidor fue el contraste (también la edad influye) en los caracteres femeninos que son parte de ese doble acuerdo matrimonial que no llegó a buen puerto.

La dulzura e inocencia de Mariana Victoria descoloca a un imberbe Luis XV y la rebeldía de Luisa Isabel desconcierta en la corte española y al propio Luis I, que no sabe qué hacer para complacerla. El filme tampoco elude las intrigas palaciegas y los intentos de llegar a lo más alto y de manejar los asuntos de Estado ninguneando al propio rey, lo cual se ve en la corte francesa, primero con el regente al que da vida Olivier Gourmet y luego el Duque de Condé, un prenda de cuidado. Tampoco hay que olvidar la actuación de la veterana Andréa Ferréol (presente en títulos como La gran comilona de Marco Ferreri, El último metro de François Truffaut o La noche de Varennes de Ettore Scola) dando vida a la Princesa del Palatinado, aportando su experiencia como actriz y como personaje, aconsejando a Luisa Isabel sobre su deber de cumplir lo pactado.  

Con exquisito gusto y pequeños momentos que son grandes por lo que significan, como el intercambio entre las dos jóvenes en el punto de encuentro establecido con el saludo de los séquitos de ambos países, Cambio de reinas es una lograda película de época donde la sombra de Luis XIV, el Rey Sol, es alargada y demuestra cómo todo acuerdo tiene sus pros y sus contras, aparte de ser un azote a la actitud que existía de tratar a las personas como marionetas que no tienen poder de decidir, sino que lo hacen otros. Sólo por dar a conocer este episodio de la Historia, y la elegancia con la que está mostrado, crítica feroz incluida, vale la pena visionar este filme de 2017 que, por fin ha llegado a las salas españolas.  

2 comentarios: